El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó una nueva ley que endurece las sanciones para quienes conduzcan sin una licencia válida en el estado, afectando principalmente a los inmigrantes. La ley, que entra en vigor el 1 de julio, aumenta la pena máxima por esta infracción de 60 días a un año de cárcel en caso de reincidencia, con una pena mínima de 10 días para quienes sean capturados conduciendo sin licencia por segunda o tercera vez. Esta legislación, denominada HB1589, no permite que los inmigrantes indocumentados obtengan una licencia legal en Florida y es parte de una postura más restrictiva en temas de inmigración, según las políticas del gobernador DeSantis. Además, la ley también afecta a las licencias emitidas por otros estados que son específicas para inmigrantes sin autorización y que no son reconocidas como válidas en Florida.
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